En eso la esposa sobresaltada y agitada despierta al marido
- ¡Roberto, despierta, hay un ladrón en la casa!
- ¿Qué, cómo, porqué piensas que hay un ladrón?
- Es que un tipo debe haber entrado por la ventana y me violó
- ¿Y porqué no gritaste carajo? ¡Sinvergüenza!
- Es que pensé que eras tu, pero cuando llegamos al quinto ¡Empecé a sospechar!