Fueron a ver a la vecina, quien también tenía una mascota, a preguntar si pordían dejar su perro con ella.
- No tengo problema, respondió la vecina, aunque mi mascota es una perra y está en celo....hhmmm..no sé como haría.
- Vea, le dice el vecino, usted tiene una propiedad bastante grande y pienso que tendría problemas en mantenerlos separados
- Si, efectivamente, respondió la vecina y recibió al perro
En la noche, para evitar problemas puso a cada animal atado en lados opuestos de la propiedad.
A la media noche escuchó aullidos y gemidos de los perros, austada salió corriendo y los encontró "enganchados" y no tenía forma de separarlos.
Ya en pánico, decidió llamar al veterinario....
- Disculpe que lo llame a estas horas de la madrugada doctor, pero resulta que mis perros están "enganchados" y no veo la forma de separarlos...
- No se preocupe señora, dijo el veterinario, cuelgue el treléfono y colóquelo cerca de la cabeza del perro, yo voy a llamarla y el ruido del timbre del teléfono hará que su perro pierda la erección
- Y...¿Funcionará doctor?
- ¡Conmigo lo hizo carajo!