Doña Gumercinda, una profesora muy querida en su pueblo por ser la única maestra de piano y órgano, cumplía sus 85 años.
Ese día recibe una llamada por teléfono del cura para decirle que pasaría por su casa para felicitarla personalmente por su cumpleaños.
En la tarde cuando el cura entra a la casa de la profesora, encuentra que encima del órgano había un gran jarrón con agua y dentro flotaba un condón.
Después de tomarse dos cafecitos, y conversar sobre lo bien de salud que estaba la profesora, el cura no aguantaba mas la curiosidad y se produce este diálogo:
- Perdóneme doña Gumercinda, podría decirme (señalando al jarrón), ¿Qué es eso?.
- Ah, el año pasado caminando por el pueblo, me encontré tirado en el piso un sobrecito que decía “póngase en el órgano, manténgalo húmedo, y evitará cualquier enfermedad.
Desde entonces no he tenido problemas de salud!!!!
Gracias a Emilio