Un día, una chica vino a casa saltando de
la escuela.
- Mami, mami, gritó ella, contábamos hoy, y todos los demás niños solo podían contar hasta cuatro, pero yo contaba hasta 10. ¡Mira! 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10!
- Muy bien, dijo su madre.
- ¿Es porque soy rubia? dijo la niña.
- Sí, es porque eres rubia, dijo la mamá.
Al día
siguiente la niña volvió a casa saltando de la escuela.
- Mami, mami, gritó ella, estábamos diciendo el alfabeto hoy, y todos los demás niños solo se sabían hasta la D, pero yo dije hasta la G. ¡Mira! A, B, C, D, E, F, G!
- Muy bien, dijo su madre.
- ¿Es porque soy rubia, mami?
- Sí, es porque eres rubia.
Al día
siguiente la niña volvió a casa saltando de la escuela.
- Mamá, mami , ella gritó, estábamos en la clase de gimnasia hoy, y cuando nos duchamos, todas las demás chicas tenían pechos planos, ¡pero yo tengo estos!
Y ella
levantó su camiseta para revelar un par de grandes pechos.
- Ah, sí, muy bien, dijo su madre avergonzada.
- ¿Es porque soy rubia, mami?
- ¡No carajo!, ¡Es porque tienes 24 años!