Tenía yo 16 años
y el Instituto había organizado una gran fiesta con motivo del fin del curso.
Pensando ir bien
preparado decidí ir a la farmacia a comprar unos condones.
La farmacéutica
era una chica muy guapa y se dio cuenta de que yo era novato en esas cosas y
decidió ayudarme para que no tuviese problemas al usarlos.
Me entregó una
caja de condones y me preguntó si sabía como usarlos
Le respondí que
no. . .
Ella abrió la
caja, sacó un condón y se lo puso en el dedo
Me dijo que
debería asegurarme que quedara bien ajustado
Yo seguía con
cara de confusión. . .
Ella me dijo “espera
un momento” y cerró con llave la puerta de la farmacia, me tomó de la mano y me
llevó a la parte posterior y empezó a desnudarse
¿Te excitas? Me preguntó
Tragué saliva y
asentí con la cabeza
Me dijo que era
hora de ponerse el condón y mientras yo me lo ponía ella se acabó de desnudar y
se acostó sobre una camilla
Anda, me dijo, no
tenemos mucho tiempo
Fue un polvo magnífico,
y como era mi primera vez no duré mucho
Se me quedó
mirando y me preguntó
¿Te pusiste el
condón?
Si, le dije,
¡Enseñándole el dedo!