Un buen día la
madre superiora, quien tenía fama de tener mal carácter, se levanta de buen humor y decide ir a visitar
a las mojas a sus celdas, así visita a la primera:
- Buenos días Sor María, veo que su tejido está quedando muy bonito
- Gracias Madre Superiora, por lo que veo usted se levantó por el lado equivocado de la cama. . .
Se quedó
pensativa la madre superiora y siguió sus visitas
- Buenos días Sor Elena, me da mucho gusto ver que su bordado va avanzando
- Gracias Madre Superiora y yo lo que veo es que usted se levantó por el lado equivocado de la cama. .
Nuevamente le
sorprendió el comentario pero siguió sus visitas
- Buenos días sor Inés, veo que ya casi acabó de leer su libro
- Gracias Madre Superiora, me doy cuenta que se levantó por el lado equivocado de la cama. . .
- ¿Por qué todas me dicen lo mismo hoy? ¿Será porque amanecí contenta?
- No Madre Superiora, es que usted ¡Se puso las sandalias del Padre José!