Un hombre va a consultar con un sacerdote acerca de un problema personal.
- Dime hijo, dice el sacerdote, ¿Qué puedo hacer por ti?
- Padre, he venido a pedirle consejo
- Bien, para eso estoy, soy un guía espiritual, ¿Qué ocurre?
- Padre, estoy convencido de que mi esposa quiere envenenarme.
- ¿Porqué dices eso?
- Porque cada día me pide que tome un jugo especial que me prepara ella
- Y tu ¿Te sientes bien?
- No Padre, cada día que pasa me siento peor
- ¡Esto no puede ser! Déjame hablar con tu esposa y ven en dos días a verme
A los dos días regresa a ver al sacerdote..
- Hijo mío, he hablado con tu esposa durante ¡cinco horas!
- ¿Y, qué debo hacer Padre?
- ¡Toma el veneno hijo, toma el veneno!