Unos años después su país declara la guerra a un país vecino y como era de esperarse, Juan va a la guerra.
Todos los días le escribía a su mamá contándole pormenores de las batallas.
De repente deja de escribirle por tres semanas y su madre estaba muy preocupada por la falta de noticias.
Ella decide irse también a la guerra.
Llega al campo de batalla y pregunta a un Capitán
- ¿Ha visto a mi hijo Juan, Capitán?
- Señora, su hijo Juan está en otro campo de batalla a cinco kilómetros al oeste
- Pues me voy a verlo
- Tenga mucho cuidado señora, el campo está minado y hay metralla enemiga
La buena señora va esquivando minas, balas y granadas y llega al otro campo de batalla
- Perdone Sargento, dice la señora ¿Ha visto a mi hijo Juan?
- Si señora, ¿ve usted esa colina?
- Si Sargento
- Su hijo Juan está en la cima de la colina con una ametralladora defendiéndola del enemigo
- Allá voy, dice la señora
- Tenga mucho cuidado señora, los enemigos están atacando la colina aprovechando la niebla
Y la señora empieza a subir la colina agazapada... rampando cuidadosamente... esquivando las minas... las balas pasaban silbando...llega a diez metros de la cima y divisa a su hijo Juan.
Este al notar que alguien se acercaba rampando en medio de la niebla, grita
- ¡Alto! ¿Quién vá?
- Tu madre..
- La tuya hijo de puta! y ta-ta-ta disparó su ametralladora