- ¿Si? dice la señora
- Señora, ¿tiene usted una vagina?
- ¿Qué se ha creido imbécil? y ¡BAM! le tira la puerta en la cara
A la mañana siguiente, nuevamente llaman a la puerta y nuevamente estaba alli el vecino
- ¿Qué quiere ahora? pregunta de mal genio la señora
- Señora, ¿tiene usted una vagina?
- ¿Que mierda le pasa, pedazo de insolente? y otra vez le tira la puerta
En la noche cuando llega su esposo ella le comenta lo sucedido y acuerdan que al siguiente día el no iría a trabajar para ver que ocurría y le daría una paliza al atrevido.
A la mañana siguiente llaman a la puerta, esta vez el esposo está escondido detrás de la puerta dispuesto a masacrar al insolente
- ¿Si? dice la señora
- Buenos días señora, ¿tiene usted una vagina?
- ¡Si carajo, si tengo una! ¿Porqué?
- Pues díagale a su marido que ¡¡use la suya y deje tranquila a la de mi mujer!!
Gracias a Julio