Todas la noches se sentaba solo en una banca del jardín, con un aspecto de melancolía.
Juanita, una de las residentes se le acerca para hacerle compañía.
- ¡Hola! Le dice ella toda jubilosa
- Hola responde él sin mucho entusiasmo
- Yo me llamo Juanita, ¿Y tú?
- Pepe
- ¿Qué te pasa hombre? Siempre estas muy solitario, cuéntame!
- Es que extraño lo que me hacía mi esposa..
- ¿Y qué te hacía tu esposa? De repente te puedo ayudar
- Es que en las tardes nos sentábamos a conversar y ella siempre me sostenía el pene..
- ¡Eso no es problema! ¡Yo lo puedo hacer, déjame probar!
Y de allí en adelante se sentaban cada atardecer juntos en la banca y mientras conversaban ella le sostenía el pene.
Después de varios meses un buen día Pepe no apareció y Juanita intrigada fue a buscarlo por toda la residencia...lo encontró sentado en una banca junto con otra anciana.
- ¡Pepe! ¿Qué diablos te pasa, porqué estás con ella? ¿Acaso no te gustaba que yo sostenga tu pene?
- Si, pero...
- ¿Pero qué? Yo soy más joven que ella, más atractiva, que tonterías,¿Qué tiene ella que yo no tenga?
- ¡Parkinson!!!