Un hombre acaba de morir.
Están en el velatorio la esposa, hijos, demás parientes y amigos.
Uno a uno los presentes hablan del difunto hasta que finalmente le toca el turno al cura de la Parroquia
El cura se extiende con los elogios:
- ¡El difunto era un buen marido, excelente cristiano, un padre ejemplar! ...
La viuda se vuelve hacia uno de sus hijos y le dice al oído:
- ¡Anda a la urna y mira si es tu papá el que está adentro!