Una señora de mucho dinero estaba haciendo turismo en uno de esos países exóticos del medio oriente y llega a una tienda de animales raros.
- Quisiera comprar una mascota para llevarle mi esposo pero tiene que ser algo realmente único, ¿Qué tiene para ofrecerme?
- ¿Un elefante rosado?
- No, ya tenemos uno.
- ¿Qué tal un pato con dientes?
- No, ya tenemos algunos.
- ¿Y un cocodrilo con 5 patas?
- No, muy ordinario.
- ¡Ah, ya sé, dice el vendedor, un Turururu!
- ¿Turururu? ¿Y que es eso?
El vendedor trae una pequeña caja conteniendo algo parecido a una lagartija.
- ¡Eso es una vulgar lagartija!
- No señora, mire
- Turururu, la silla, dice el vendedor y ¡Zas! El turururu devoró la silla.
- ¡Fantástico! ¿Puedo probar? Pregunta la cliente.
- Adelante señora.
- Turururu, la mesa, dice la cliente y ¡Zas! El turururu devoró la mesa.
- Lo llevo ¿Cuánto es?
- 25,000 dólares.
- Los pago con gusto.
Regresa de viaje la señora, el marido esperándola en el aeropuerto, ella baja contenta.
- Mi amor, le dice, te he traído algo increíble.
- ¿Si, que es? ¿muéstramelo?
Y abriendo la caja la señora se lo muestra diciéndole:
- Es un turururu mi amor.
- ¿Turururu? ¡las huevas!
¡Zas!