Luego de una minuciosa revisión el doctor opina:
- Mi amigo, tengo que darle una mala noticia, tiene una poderosa e incurable infección en el pene y no se ha descubierto aún una cura.
- P-pero doctor, ¿qué voy a hacer? usted tiene que ayudarme, para eso he venido..
- Mi amigo, la única solución es extirpar
- ¿Cómo? ¡¡Usted está loco!!
- No señor, la única solución es CORTAR y cuanto antes mejor para que no se propague la infección.
- ¡Ni hablar, usted no sirve como médico!
Y dicho ésto el paciente se fué.
Va deseperado a ver a otro doctor y la respuesta es la misma, ¡CORTAR!
Así en su deseperación recorre otros diez médicos y siempre la respuesta era ¡CORTAR!
Decide emborracharse y se mete al bar más cercano, allí entre copa y copa lloraba su honda pena y amarga desgracia.
- El cantinero se le acerca y pregunta cuál era el problema.
El hombre con los ojos enrojecidos e hinchados por el llanto le cuenta su mala suerte.
- ¡No hombre! le dice el cantinero, éstos médicos modernos no saben nada, vaya a ver a un médico chino, ellos tienen más de cinco mil años de investigación y vea qué casualidad, aquí a la vuelta hay uno, ¡vaya!
El hombre siente que le vuelve el alma al cuerpo, se le quita la borrachera y va a ver al médico chino.
- ¡Doctor! por favor ayúdeme, tengo esta infección al pene y todos los médicos tradicionales me dicen que la única solucón es ¡¡¡CORTAR!!!
- A vel, dice el chinito, déjeme vel de celca y lo examina cuidadosamente...
Luego de la investigación el médico consulta unos libros milenarios y vuelve sonriendo..
- Tlanquilo señol, dice el chino, doctoles occidentales no saben, ¡¡CONMIGO NO COLTAL SU PENE!!
- Gracias a Dios, exclama el paciente, y ¿cuál es el tratamiento?
- Mile señol, usté pone esta pomadita en su pene, lo envuelve con gasa y volvel en una semana.
- ¡¡Mil gracias doctor!! mil gracias
Y se vá el hombre feliz, se aplica la pomada, se venda el pene y al momento se empieza a sentir mejor.
Pasan los días y ya no había más dolores ni fastidios.
- ¡¡Este médico chino si que es un genio!! piensa el hombre
Transcurre la semana y vuelve a ver al médico chino
- Cómo sentilse señol?
- Magnífico, responde el hombre
- Ahola, quital venda
- ¡Ohhh! dice el hombre, hacía tiempo que no veía mi pene erecto, ¡fabuloso!
- Pol favol señol, subil a esta silla
- ¿Que me suba a la silla?
- Si señol pol favol
- Bueno, y se sube a la silla, y ¿ahora que hago?
- Tu saltal al piso señol
- ¿Cómo, que salte?
- Si señol
El hombre salta de la silla al piso y PAF! se le cae el pene
- Ya ve señol?
Conmigo no colta pene, cae solito!!!