- Queridos hermanos, debo comunicarles una noticia buena y una mala, ¿Cuál quieren primero?
- ¡La buena! gritan todos a coro
- Bueno pues, ¡la buena noticia es que tenemos dinero suficiente para las reparaciones que nuestra iglesia tanto necesita!
- ¡Bravo, bravo! gritan los feligreses, ¿Y la mala?
- La mala es que ¡¡ese dinero aún está en sus bolsillos!!