Estaban unos sacerdotes haciendo una colecta para mejorar la iglesia del pueblo e iban de puerta en puerta pidiendo donaciones.
Llegan así a la casa de unos judíos.
- Buenos días hermano, somos de la iglesia del pueblo y estamos recolectando fondos..
El judío interrumpe y grita
- Moisés, ¡Trae clavos y un martillo que estos cristianos no escarmientan!