Un hombre llega al cielo, pero para poder pasar se encuentra que hay que hacer una cola inmensa.
Al rato de llegar, le pregunta a uno que tenía al lado:
- Oiga, ¿A qué se debe esta cola tan larga?
- Ah, es que antes de entrar te preguntan si estuviste casado o no.
- ¿Y eso para qué te lo preguntan?
- Porque si estuviste casado, te dejan pasar al cielo sin ningún problema.
El hombre sigue esperando, y cuando finalmente le llega su turno, le interrogan:
- ¿Ha estado usted casado?
- Sí, tres veces, responde el hombre con orgullo, pensando obtener un mejor beneficio
- Entonces le dice el portero:¡Fuera de aquí, al infierno!
El hombre asombrado replica:
- Pero bueno, ¿No me dijeron a mí que los que estábamos casados entrábamos al cielo?
- Si, le contesta el portero, pero los que han estado casados sólo una vez, al cielo se entra por mártir, ¡No por cojudo!