En la cena, el pequeño Jaimito fue obligado a dirigir a la familia en oración…
- Pero yo no sé como orar, dijo Jaimito
- Solo ora por los miembros de tu familia, amigos, vecinos y las personas pobres, dijo su papá.
Jaimito empezó:
Querido Dios, gracias por nuestras visitas y sus hijos, quienes se acabaron todas mis galletas y helado.
Bendícelos para que no regresen.
Perdona al hijo de nuestros vecinos, que le quitó la ropa a mi hermana y luchó con ella en su cama.
Para navidad por favor envíale ropa a todas esas pobres mujeres desnudas en el BlackBerry de mi papá.
Y provee un techo para todos esos pobres hombres sin hogar que usan el dormitorio de mi mamá cuando mi papá está en el trabajo. AMEN