La señora pensando que su bebé tenía hambre decide darle el pecho.
De pié frente a ellos iba un señor que admiraba a la hermosa mujer y su anatomía.
Aparentemente el bebé no tenía hambre y rechazó el pecho materno.
- Cariño, le dice la señora, toma tu leche sinó se la voy a dar al señor que está aquí.
Pasan unos minutos y el bebé nada de tomar el pecho.
- Pepito, dice la señora, toma tu leche sinó se la doy al señor que está aquí.
Diez minutos más y el bebé seguía rechazando el pecho materno
- Pepito, por favor, vuelve a decir la señora, ya te dicho si no tomas tu leche se la doy al señor que está aquí
Transcurre media hora y el niño se negaba a tomar la leche materna y otra vez la misma situación, la madre desesperada insistía con el bebé, mira hijito, es tu última oportunidad o le doy la leche al caballero.
Hasta que el hombre no aguanta:
- Ya pues señora, dígale a su bebé que decida pronto porque ¡Ya debería haberme bajado hace seis paradas del ómnibus!