Una noche llega un huésped a un hotel en un pequeño pueblo y pide una habitación.
- Lo siento mucho, dice la recepcionista, el hotel está completamente lleno.
- Vea señorita, vengo conduciendo mi auto por más de 15 horas, necesito dormir!
- Lo siento mucho señor.
- ¿Algún otro hotel cercano?
- No señor, este es el único en el pueblo.
- Por favor ayúdeme, necesito descansar, aunque sea en el deposito, en un sofá, donde sea!.
- Vea, solamente hay una cama libre en un cuarto compartido, pero que nadie la quiere, porque el otro huésped ronca muy fuerte.
- No importa, la tomo!
A la mañana siguiente, la recepcionista le pregunta si durmió bien.
- Muy bien, dormí toda la noche sin problemas.
- ¿Y el señor de los ronquidos? ¿¿¿¿Cómo hizo????
- Apenas entré en la habitación, le di un beso en la boca y le dije “buenas noches, mi vida”... después de eso,
¡él se pasó toda la noche con los ojos abiertos y con el culo pegado a la pared!.
Gracias a Julio