En el pueblo la gente no iba a misa como solía hacerlo y por lo tanto las limosnas habían disminuído bastante.
El curita estaba muy preocupado buscando la forma de agenciarse fondos para la iglesia.
Las "chicas" del burdel también tenían problemas pues la clientela había disminuído notablemente.
Una de ellas tiene una idea, juntan dinero, coleccionan $ 1,000 y lanzan un concurso público.
"$ 1,000 de premio a quien aguante 10 polvos con la mejor prostituta del pueblo, inscripción $ 200"
Al día siguiente todos los hombres del pueblo hacían cola..
Entra el primero solo aguanta dos y sale, el segundo resiste tres y sale agotado, el tercero solo pudo con el primero y listo.
Y así iban uno por uno cayendo los hombres del pueblo y dejando cada uno sus $ 200
- El que sigue, grita la prostituta
...y ¡entra el curita del pueblo!
- Padre ¿Usted aquí?
- Bueno hija, es que no hay limosnas suficientes para la iglesia
- Pero Padre, ¿Usted podrá?
- Veamos, veamos hija, dice el curita y paga su inscripción
Y empieza el conteo, todo el pueblo afuera del cuarto alentando al curita
Uno...
Dos...
Tres... la gente aplaudía a rabiar
Cuatro...!
Cinco...!!
Se detiene el curita y pregunta ¿Cuántos van hija mía?
Cuatro padre, responde ella
Cinco...!
Seis...!
Siete...!!!
¿Cuántos van hija mía?
Cinco padre,
Seis...!
Siete...!
Oooocho...! La gente rugía y aplaudía al curita
¿Cuantos van hija mía?
Siete padre,
Oye un momento, tu me estás haciendo trampa,
¡¡Empezamos de nuevo!!