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jueves, 10 de marzo de 2011

De Familias (Fido)

Don Alfonso era un hombre de la alta sociedad y alternaba con lo más selecto de la ciudad.


Siempre fué muy respetado y querido por todos, sin embargo, tenía un secreto que nadie sabía, "comer frijoles era mortal pues lo llenaba de gases y tiraba pedos ruidosos y apestosos"


Un buen día fue invitado a cenar con la familia del Primer Ministro y como era un hombre tan apreciado le otorgaron el sitio de honor, al lado de la esposa del Primer Ministro.


Todo iba de maravilla, Don Alfonso compartía alegremente con todos y podía discutir casi de todo y con mucha capacidad, así hablaba de arte, política, historia, etc.


Llega el momento de servir el plato principal y para su horror era ¡frijoles!


Con mucho disimulo comía todo lo que rodeaba los frijoles con gran cuidado de no tocarlos.



  • Don Alfonso, dijo la esposa del Primer Ministro, No me diga que no le gustan los frijoles, ¡los preparé yo misma con una receta especial que me dió mi madre antes de morir!


  • No, no, respondió don Alfonso, todo lo contrario, los estaba dejando para saborearlos al final, mientra pensaba cómo hacer para no comerlos.

Terminan el plato principal y Don Alfonso aún no había tocado los frijoles

  • Don Alfonso, no me decepcione, dijo la esposa del Primer Ministro


  • No, no señora, si justamente estaba empezando a comerlos, dijo Don Alfonso mientras comía una cucharadita de frijoles y acto seguido empezó a sentir unos ruidos y movimientos intestinales espantosos.

En cuestión de segundos, se le salió el ¡primer y sonoro pedo!

  • ¡Fido, ten cuidado! gritó la esposa del Primer Ministro

Don Alfonsó notó que Fido, el perro de la familia estaba acostado debajo de su silla

  • ¡Qué suerte! pensó el, la señora cree que es el perro quien se tira los pedos, y continuó comiendo los frijoles sin temor alguno.

A los pocos minutos ¡PRRFFF! un sonoro pedo..

  • ¡Fido!, ten cuidado, gritó nuevamente la señora

Al ratito otro más ¡PRFFF!

  • ¡Fido!, ten cuidado, volvió a gritar la señora

Cinco minutos más tarde, ¡PRRRFFFFFFFF!

  • ¡Fido, te he dicho que tengas cuidado! 





¡Te va a cagar Don Alfonso!