Llegó esta noticia a oídos del Obispo y éste fué a visitarlo.
- ¿Qué ocurre padre José, porqué tartamudea tanto?
- Es que soy muy nervioso su Excelencia y cuando subo al atrio me muero de miedo
- Mire padre, le voy a dar un secreto, antes de la misa se toma usted una copita de vino y verá que se le va el temor y hablará correctamente.
- Muchas gracias su Excelencia, el domingo lo haré así
Llegó la misa del domingo y el padre José estuvo totalmente relajado y muy confiado de sí mismo, al terminar la misa el Obispo se le acerca
- ¿Qué tal estuve su Excelencia?
- Bueno, dijo el Obispo, en general bien salvo que cometiste tres errores
- ¿Así? ¿Y cuáles fueron?
- Primero, la cruz que cargaba nuestro señor no pesaba 16 toneladas,
- Segundo, lo malos se van al infierno y no a la puta que los parió, y
- ¡Tercero, te dije una copa de vino
y no toda la botella, ¡Idiota!