- Hmmmm ¡Qué rico huele tu pelo!
Al día siguiente se repite la misma escena
- Hmmmm ¡Qué rico huele tu pelo!
Otro día ella estaba en la cola de la cafetería y el mismo empleado se aproxima por detrás, esta vez más cerca, aspira hondo y
- Hmmmm ¡Qué rico huele tu pelo!
La chica no aguanta más y va a quejarse con el gerente, éste escucha el relato y pregunta:
- Perdone señorita, pero ¿Qué de malo tiene que el empleado huela su pelo?
- Es que el hijo de puta ¡¡es un enano!!
Gracias a Clirtza