Un tipo muy creyente va a confesarse el domingo.
- Dime hijo, ¿De qué te acusas?
- Padre, yo soy fotógrafo y he hecho algo terrible...
- Dime hijo mío, no hay nada terrible a los ojos del Altísimo
- Es que antes de eso, dije un par de mentiras a una mujer
- Hijo mío, si la mentira no causó un daño no hay de que preocuparse, sigue..
- Es que lo hice a propósito padre..
- Está bien, reza cinco Ave Marías, ¿Cual es el pecado terrible del que me hablabas?
- Es que soy fotógrafo y mi asistente es una negrita bien sabrosa padre
- Bueno, ¿Y?
- Es que con engaños me la llevé al cuarto oscuro padre...
- Y ¿Qué ocurrio?
- Que me la tiré en el cuarto oscuro padre
- ¿Te tiraste a la negra en el cuarto oscuro?
- Si padre, si..
- Anda nomás hijo, eso no es pecado ¡Es buena puntería!