Llueve mansamente sobre las calles desiertas…Un hombre después de comprobar que no hay fútbol, ni béisbol en la TV, ni nada bueno que ver, y luego de haber agotado el minibar, hojea distraídamente la Biblia que hay sobre la mesita de noche.
De repente, parece animarse y descuelga el teléfono,
- Aló
- Recepción buenas tardes, ¿En qué puedo servirle?
- Buenas tardes, señorita. ¿Tienen horarios de aviones?
- Pues no, lo siento.
- Por cierto, ¡qué voz tan agradable tiene usted!, Me pregunto ¿a qué hora termina su turno?……
Sigue con todo su “parloteo” hasta que convence a la telefonista para que suba a su habitación.
La telefonista sube y naturalmente terminan en la cama.
La telefonista sube y naturalmente terminan en la cama.
Mientras disfrutan un cigarrillo después del acto, la telefonista, con ojos risueños dice:
- ¡Quién me iba a decir a mí que iba a terminar en la cama contigo!…. si apenas nos conocemos….
- Pues yo lo sabía. Responde el tipo.
- ¡Que lo sabías! Y ¿Cómo?
- Muy sencillo: está escrito en la Biblia.
- ¿En la Biblia? ¡Qué me dices! ¿En qué capítulo? ¿En qué versículo?
- No, no, aquí en la contraportada, escrito con bolígrafo dice…
“OJO…¡¡¡LA TELEFONISTA ES PUTISIMA !!!”