Un día en el salón de clases cuando la maestra estaba ausente Jaimito tomó una tiza, la molió y la sopló sobre una niña.
La niña cubierta por el polvo salió llorando y fué al baño a limpiarse.
Al día siguiente Jaimito repitió la operación con otra niña, la dejó llena de polvo.
Al cabo de varios días las niñas se quejaron con la maestra y ésta muy molesta tomó una regla y fué al salón de clases.
- ¡Jaimito! ¿Porqué abusas de las niñas y les tiras polvo? ¡A que no te atreves a tirarme un polvo a mi!
- No señorita, a usted no le puedo tirar un polvo
- ¿Y porqué? ¡Eres un cobarde!
- No señorita, ¡Es que usted esta con la regla!