Una chica le cuenta a su mejor amiga que está desesperada y que morirá virgen porque ningún hombre se quiere acostar con ella, la amiga le pregunta:
- ¿Cuál es el problema?
- Es que mi vagina huele a cebolla y tan pronto empezamos el calentamiento huyen.
- ¿Has consultado con un doctor? Te puedo recomendar uno muy bueno, toma, esta es su tarjeta, pídele una cita que con seguridad te ayudará.
Va la chica a ver al médico y éste queda sorprendido del mal olor que emana, le hace varias pruebas, le recomienda unas cremas, luego unos sprays y finalmente unos enjuages pero el problema subsiste.
La chica deseperada vuelve con su amiga y ésta le comenta que conoce un hombre que perdió el olfato por una infección y que él no notaría el mal olor.
Se lo presenta y ambos quedan muy contentos, se juntan para tomar unos tragos y deciden irse a la cama.
Empieza el juego amoroso, se desnudan y en eso el hombre se detiene:
- ¿Porqué tu vagina huele a cebolla?
- Pero ¿Cómo? Si tu no tienes olfato