- En una calle vivían dos parejas muy jóvenes, vecinos uno del otro y muy amigos.
Un día uno de ellos descubre que su esposa le era infiel con el vecino, lleno de rencor va a la casa vecina con intención de golpear al vecino.
Al tocar la puerta, abre la vecina
- Hola vecina, quiero hablar con su esposo
- Lo siento vecino, salió a trabajar y no regresa hasta la noche, ¿Puedo servirlo en algo?
- ¡Me he enterado que mi esposa mantiene relaciones con su esposo!
- ¿Cómo? ¡No puede ser!, pase por favor vecino y cuénteme que sabe usted de esto...
Se sientan el la sala y él le cuenta lo que había visto. ella rompe a llorar y a maldecir
- ¡A este cabrón yo lo mato!, dice ella
- ¡Qué le parece vecina! Siento un rencor inmenso, dice él
- Pues vamos a vengarnos vecinito
Y se mandan un buen polvo en venganza de lo ocurrido, se quedan dormidos y a la hora ella se despierta
- ¡Qué barbaridad vecino! No lo puedo creer, este miserable
- Si vecinita, tengo un rencor inmenso
- ¡Vamos a vengarnos de nuevo!, dice ella
Y se echan otro suculento polvo, a las dos horas ella se despierta..
- Vecinito, ¡qué rencor! ¿nos vengamos de nuevo?
- Si vecinita, vámos
Y se echan el tercer polvo, ya al anochecer ella despierta otra vez..
- ¡Vecinito, vecinito, despierte!
- ¿Qué ocurre vecinita?
- ¿Nos vengamos de nuevo? ¿Qué le parece?
- No vecinita, ¡Ya se me acabó el rencor!