Un hombre ve con diversión a un niño que va por la acera montado en una carretilla, llevando puesto un casco de bombero y un impermeable amarillo, como un perfecto bombero, pero lo que más extrañeza le causa es que la carretilla es jalada por un perro de bastante buen tamaño... el cual está amarrado a la carretilla por los testículos, lo que probablemente explica el paso tan curioso que lleva el perro.
Acercándose, le dice al niño:
Acercándose, le dice al niño:
- ¡Que buén carro de bomberos tienes ahí, compañero!, pero... ¿no crees que el perro jalaría mejor y mucho más contento si lo amarras del cuello en lugar de las bolas?.
- Seguro que sí, replica el niño, pero entonces me quedo sin sirena.