Dos jóvenes estaban dando los últimos toques a la tienda que iban a inagurar en un centro comercial.
- Te apuesto, dijo uno de ellos, que en cualquier momento viene un viejo curioso a preguntar que estamos vendiendo..
Al cabo de unos minutos un anciano se acerca y se pone a curiosear...
- Perdonen la curiosidad, dice el anciano, ¿Qué venden aquí?
- Vendemos huevones curiosos, le responde uno de los jóvenes
- Pues los felicito, dijo sin inmutarse el anciano, veo que el negocio va muy bien ¡Ya que solamente les quedan dos!