Era una familia que tenía un hijo de 16 años y que era muy tranquilo, no salía mucho, se acostaba temprano y no se le conocía ninguna novia.
La madre preocupada le dice al esposo:
- Oyeme Juan, el niño ya está crecidito
- ¿Y?
- Bueno, es que creo que ya es tiempo que le expliques las "cosas de la vida"
- No entiendo, ¿A qué te refieres?
- A lo del sexo, creo que todavía es muy inocente...
- ¡No mujer, eso no es necesario!
- Si que lo es, dice ella, háblale de las relaciones sexuales
- Mira querida, los chicos de ahora aprenden solos..
- Mira Juan, para que se te haga más fácil dale ejemplos como los pajaritos en sus niditos, las abejitas, ¿Me comprendes?
- Bueno, bueno, mañana lo haré..
Al día siguiente Juan pasa a buscar al niño a la salida de la escuela y conversa con él mientras iban en el auto
- Hijo, dice Juan, ¿Te acuerdas que hicimos el jueves por la tarde?
- ¡Claro que sí papá!
- A ver, hazme recordar lo que hicimos
- Pues me llevaste a un bar a tomar una cerveza
- Ajá, ¿Y después?
- Nos pusimos a bailar con unas prostitutas
- ¿Y luego?
- Nos las llevamos a un hotel y les metimos un polvo buenísimo
- Bueno, hijo, tu mamá desea que sepas que ¡Esa misma mierda la hacen los pajaritos en sus nidos y las abejitas!