Un hombre era motivo de burla por parte de sus compañeros de trabajo pues tenía fama de ser muy "complaciente" con su esposa y lo llamaban "saco largo".
Una noche llega a casa todo agrandado, y con voz de macho ordena:
- ¡En esta casa mando yo!
- ¡Quiero que prepares una comida como para los dioses y cuando termine espero un postre maravilloso!
- ¡Después de cenar tráeme una copa de coñac y prepárame un baño caliente para relajarme!.
- ¡Y todavía más!...cuando salga del baño, ¿adivina quién me va a vestir y peinar?
- ¡El hombre de la funeraria pelotudo!