Entra un árabe a un bar con ganas de tomarse unos tragos, mientras espera en la barra ve a un judío parado en un rincón.
Lleno de cólera grita al barman
- ¡Tragos para todos los asistentes, menos para el judío ése!
El cantinero le sirve a todos un trago
El judío mira al árabe desde su rincón y le grita ¡Gracias!
El árabe se enfurece y grita nuevamente
- ¡Tragos dobles para todos menos para el judío ése!
El cantinero obedece y le sirve tragos dobles a todos los asistentes
Nuevamente el judío mira al árabe y repite lo mismo ¡Gracias!
El árabe ya fuera de sí pregunta al cantinero
- ¿Qué le pasa a este judío, está loco?
- No, ¡Es el dueño del bar!