Al llegar al lago se encuentran con don Alcides, un vecino, quien también estaba pescando.
Mientras la esposa de Felipe estaba echada en el pasto leyendo un libro, Felipe lanzaba el anzuelo sin resultado alguno.
Luego de una hora Felipe se da cuenta que no había pescado nada sin embargo Alcides tenía una canasta llena de peces.
Se dirige al vecino y le pregunta:
- Don Alcides, ¿Qué carnada utiliza? llevo ya una hora y no cojo ni un miserable pescado.
- Mire amigo, responde don Alcides, es que usted usa anzuelos y yo pesco con la mano solamente..
- ¿Cómo hace?
- Muy simple, meta usted su mano entre las piernas de su esposa, sóbelas bien y luego viene a pescar, los peces se sienten atraidos por el olor y usted los agarra.
- ¡Muchas gracias don Alcides! dice Felipe y se dirige hacia donde estaba su esposa.
Se acerca por detrás y mete su mano debajo de la falda
La esposa sin inmutarse dice:
- Ay don Alcides...usted siempre tan juguetón!!