Una quinceañera va a confesarse durante la misa del domingo.
- Dime hija mía, dice el sacerdote
- Padre, confieso que he besado a mi novio..
- Eso no es pecado hija, es una expresión natural del amor, sigue
- Padre, confieso que he mentido algunas veces..
- Bueno hija mía, eso no está bien, reza tres avemarías
- Padre, anoche dejé que mi novio me acariciara los senos..
- Mal, mal, hija mía, la tentación de la carne es fuerte pero uno debe superarla, reza diez avemarías.
- Padre, anoche al acostarme no pude resistir y me metí el dedo..
- NO, NO,NO, eso es onanismo, masturbación, el placer solitario, no puedo creerlo, te podría excomulgar por eso, tienes que arrepentirte y prometerme que nunca más lo vas a hacer..
- Pero Padre, yo sabía que no era correcto pero no me imaginé que ¡sacarme los mocos fuera un pecado!