Un domingo, una familia descansaba en su suntuosa residencia cuando llamaron a la puerta.
El esposo abre y allí estaba una mujer jóven con aspecto de provinciana o campesina pobre.
- ¿Qué desea? Preguntó el hombre
- Patrocito, no vingo a pedir limosna pero si tuviese algún trabajito que me pudiera encargar y así ganar unas monedas. . .
El hombre consulta con su esposa
- ¿Qué podemos encargarle a esta chica y que no sea de mucha responsabilidad?
- Pues encárgale que pinte el techo del porche que se está malogrando
- ¡Buena idea! dice el hombre y le dice a la chica
- Toma este balde de pintura blanca y pinta el techo del porche y te pagaré $ 20
A la media hora llaman a la puerta nuevamente y allí estaba la chica de vuelta
- Patroncito, ya tirminé y también pinté los costados
- ¡Caramba, qué eficiente eres, toma los $ 20 que te ofrecí y $ 20 más de propina
- Gracias patroncito, perdone qui le diga piro su auto ¡no es un Porsche es un Ferrari!