Un doctor acaba de tener sexo con una de sus pacientes, se siente satisfecho y enciende un cigarrillo para disfrutar su momento de relax.
En eso, sobre su hombro derecho aparece un pequeño angelito y le dice:
- ¿Cómo es posible que disfrutes la mala acción que has cometido?
El hombre empieza a sentirse culpable y de pronto, sobre su hombro izquierdo aparece un diablito y éste le dice:
- ¡No hagas caso, todos los médicos tienen sexo con sus pacientes!
- Tu cállate, le replica el angelito
- Pero si es verdad, responde el diablito
- ¡NO! Es una falta de honor contra la profesión
- ¡Nada que ver, es lo más normal tener sexo con pacientes!
- ¡NO! Es una falta imperdonable
- ¿Por qué? Si todos los médicos lo hacen
- Porque este no es médico ¡Es veterinario!