Una profesora universitaria estaba acabando de dar
las últimas informaciones a sus alumnos sobre el examen final que harían al día
siguiente.
Terminó diciendo que no habría excusas para quien no acudiese al examen, a menos que se tratase de un accidente grave, enfermedad o muerte de algún pariente próximo.
Un gracioso que estaba sentado al fondo de la clase preguntó con ese típico aire de cinismo:
- Dentro esos motivos justificantes... ¿podemos incluir el de extremo cansancio por actividad sexual?.
- Eso no es un motivo justificativo. Como la prueba será de selección múltiple usted puede venir y ¡escribir con la otra mano... o puede usted contestar de pie, si es que no se puede sentar!.